
Cuando todo esto no se cubre dentro de la relación de pareja, se puede dar una relación extramatrimonial, en muchos casos una “salida falsa” al problema.
En vez de enfrentarlo, se busca otra persona con la que “aparentemente” va a cubrir esa necesidad o expectativa que tenía. Esto puede puede ocurrir en cualquiera de los dos miembros de la pareja, tanto en los hombres como en mujeres.
Es importante decir que la infidelidad es el resultado de una crisis de pareja, que no sucede espontáneamente, siempre hay motivos, causas que la provocan.
Entre las razones o causas más comunes del porqué se da la infidelidad en la pareja, destacan:
Sentirse devaluad@, menospreciad@ por nuestra pareja
Con el paso del tiempo, nos damos cuenta que se tenía idealizado la persona con quien convivíamos y sus conductas en muchos momentos nos ha defraudad@ en lo que se esperaba de la relación.
Por ejemplo, cuando un miembro de la pareja se centra en sus objetivos personales (trabajo, hobbies, hijos,etc) y no en la pareja. Si aparece otra persona que nos haga sentir más valorados, se elige (en ocasiones, inconscientemente) como nuev@ compañer@ y se inicia una infidelidad.
La monotonía en la vida de la pareja
Esta es uno de los más grandes enemigos de la pareja. Un matrimonio sumido en la rutina y en el aburrimiento es más vulnerable.
La vida actual nos llena de responsabilidades y nos deja poco tiempo para la convivencia, y al llegar a casa o ver a la pareja, sólo sentimos cansancio y en ocasiones “la depre” o “bajonazo”del día.
Esto lleva a descuidar los detalles cariñosos, se va perdiendo la seducción, la ilusión, la expectativa sexual y abre la puerta a que entre otra persona que no representa obligaciones, y el encanto de una nueva relación sin compromisos.
Una pareja sumida en la rutina y aburrimiento puede “abrir una puerta” en la relación de alguno de ellos para que pueda entrar alguien que no represente obligaciones y sí, el encanto de una relación sin compromisos.
Una vida sexual insatisfactoria
Este es uno de los aspectos importantes de la relación de pareja, por lo que si una de las partes no se siente insatisfecha sexualmente tiende a buscar fuera de la relación lo que no encuentra en su pareja.
Esto no tiene nada que ver con que queramos a nuestra pareja, pero si en la intimidad no salen bien las cosas y no se llega a sentirse satisfecho porque la relación no es excitante, se puede llegar a tener relaciones sexuales con otra persona.
Interferencia y/o dependencia de la familia
Sobre todo, la intrusión de los padres en la vida matrimonial de los hijos, donde no se es capaz de poner unos límites con ellos, muestra una dependencia emocional e inmadurez.
Esto provoca sentimientos de abandono, y la necesidad insatisfecha de ser escuchados y atendidos impulsa a buscar una relación fuera de la pareja.
Buscar nuevas experiencias y sensaciones
Experimentar sexo con otras personas, la de vivir una aventura: cuando pasa el tiempo en la relación de pareja se va perdiendo la parte de seducción, enamoramiento, la ilusión de descubrir al otro y la expectativa sexual. Hay personas que necesitan seguir satisfaciendo la necesidad de sentirse enamorados, y se busca un “free”, sin medir las consecuencias de sus actos.
El idealizar a la pareja, nos lleva a la decepción
Al idealizar a una persona, en la convivencia vamos descubriendo sus defectos y nos sentimos engañados, desilusionados, etc.
Cuando una parte desea que su pareja la siga idealizado y para evitar conflictos con esa imagen, se elige como amante una persona totalmente opuesta, y es con ella con quien se llevan a cabo las fantasías sexuales y no con la pareja, como el buscar a alguien que se acerque más al ideal de pareja que se tenga.
Miedo a perder la libertad
Suelen existir dos factores en la relación que causan un desajuste en la pareja, el que uno tenga problemas con el compromiso y el otro sea asfixiante, controlador en la relación. Al sentirnos atrapados la sensación de libertad e independencia está en peligro, en una relación que resta cosas a nuestra vida, y en la búsqueda de salidas es fácil encontrar a otra persona que nos haga sentir libre y de esa manera disminuya la sensación de asfixia en relación da la pareja.
La llamada crisis de los 40-50 años
Hacia la década de los 40-50 años puede surgir la necesidad de sentirse joven y atractiv@. Demostrarse que son atractivos, joviales, que su autoestima está bien alta, porque son capaces de conquistar y enamorar a personas más jóvenes que ell@s.
Necesitan salir, con amigos, solos, porque el hogar y la familia les parece monótono y aburrido. No quieren ataduras, ni responsabilidades, pesan demasiado para alguien que quiere vivir como si fuera mucho más joven.
Por otro lado, hay parejas que acuerdan y permiten una relación extra-pareja, es decir, que sí se pueden tener relaciones sexuales con otras personas, y por lo tanto se dan el permiso para vivirlo. En estos casos no se puede hablar de infidelidad, ya que la infidelidad se basa en el engaño, en ocultar, en mentir.
Si es un acto acordado, no hay infidelidad, como en el caso de las parejas swigers.
Las causas o lista de factores que lleven a una persona a ser infiel en muy amplia, ya que también puede darse por la sensación de poder (por ejemplo por su posición social y económica) que uno experimenta y sienten que tienen el derecho a un mayor potencial sobre el otro.
Porque se facilitó el momento, por una noche de copas, por cansancio y deterioro de la pareja, por insatisfacción personal, por falta de valores, como venganza a una infidelidad anterior de la pareja, etc.
Somos infieles cuando no encontramos en nuestra pareja lo que buscamos y nuestra relación no satisface completamente nuestras necesidades.
Finalmente, si te encuentras o conocer a alguien que esté pasando por un problema similar, quiera cambiar o/y buscar otro tipo de solución a su vida, lo mejor es pedir ayuda y acudir a un Terapeuta de Pareja que les ayude.
Superar la infidelidad sobre todo dependerá de la forma en que podamos comunicarnos con nuestra pareja.