Separaciones conflictivas
La separación y el divorcio se han convertido en un fenómeno de gran importancia social que afecta a un gran número de familias. Los índices de divorcio españoles son similares a los de los países europeos, un 30% de los matrimonios se separan, y va en aumento con respecto a los años anteriores.
Una de las grandes preocupaciones de los profesionales que participamos en estas situaciones, es la de favorecer la adaptación de los menores a esta nueva situación y prevenir la aparición de dificultades o trastornos que interfieran en su correcto desarrollo.
Como referencia, se estima que en 2007, unos 100.000 niñas/os se enfrentaron a la separación de sus padres (INE, 2008). Se ha considerado que el divorcio suponía una situación traumática con consecuencias negativas en la evolución y desarrollo de los niños. Sin embargo, a medida que este fenómeno se ha estudiado e investigado se ha concluido que hay unos factores concretos que influyen en un resultado negativo, como la exposición continuada de los niños a conflictos entre los padres.
Entre los conflictos más difíciles de resolver y que mayor ansiedad genera en toda la familia se encuentra el modo de contacto y relación a establecer entre los progenitores y sus hijos tras la separación o divorcio.
En España, el 61,78% de divorcios y separaciones han sido resueltos en procedimientos contenciosos (Consejo General del Poder Judicial, 2008).Más de la mitad de las parejas casadas disputaron judicialmente la guardia y custodia de sus hijos y/o el régimen de visitas.
En los divorcios conflictivos es frecuente que las disputas interparentales se mantengan durante años, siendo particularmente estresante para los niños. Generalmente en la mayoría de las separaciones la hostilidad entre los padres disminuye significativamente en los tres años posteriores.
Valoración del nivel de conflicto en los padres
Para valorar el nivel de conflicto entre los padres que se separan y su repercusión en los hijos, hay que tener en cuenta:
- La frecuencia con que los niños son expuestos a las discusiones, sobre todo aquellos centrados en el hijo (por ejemplo, la disputa por la custodia) y los que le hacen sentirse amenazado físicamente (tanto si observan violencia física como si la sufren).
- La forma de expresión del conflicto, tanto si se muestra a través de insultos, gritos, desprecio, amenazas, etc, como si se trata de forma encubierta tratando de convencer al niño la de bondad de uno en contra del otro, usando al niño para obtener información o para darla al otro progenitor, etc
- Temas concretos conflictivos como por ejemplo, el desacuerdo en la forma de educar al hijo o cómo se relaciona con él, utilizar al hijo de mensajero, personalidad complicada de la expareja, y la convivencia de una nueva pareja de uno de ellos.
- La manera de resolver sus problemas, ya instauradas antes de la separación en la pareja que puede ir desde el diálogo y negociación, a la evitación del conflicto o la agresión verbal y/o física.
Consecuencias en los niños
Diversas investigaciones han estudiado las consecuencias en los niños que están expuestos a un proceso de separación de los padres altamente conflictivo. Se han observado que:
- Se potencia el riesgo de depresiones durante y después de la separación, y que presenten distintos problemas de conducta como forma de expresar la situación en la que viven.
- La exposición a los conflictos de los padres es el aspecto más estresante para los niños que se enfrentan a la separación, además de ser el predictor más concreto de inadaptación infantil.
- Se ha observado alteraciones emocionales y afectivas en niños pequeños expuestos a violencia grave o conflictos repetitivos.
- Los efectos negativos se han observado hasta la edad adulta, tanto en la salud psíquica como en la física.
Situaciones de más gravedad en los conflictos entre los padres
La violencia familiar, donde el menor sufre diferentes consecuencias físicas y psíquicas y/o físicas y además se facilita el aprendizaje a los niños de roles en su entorno más cercano.
Síndrome de alienación parental, de una forma más larvada donde las relaciones paterno-filiales sufren un daño que persisten en la edad adulta.
Mediación con psicologo
En estas situaciones, muchas personas se han planteado el recurrir a un psicólogo/a para poder aclarar muchos aspectos relacionados con el divorcio o su separación. Su papel consiste en:
- Dejar de buscar un culpable en la pareja que quiere separarse y buscar el camino para satisfacer las necesidades del grupo familiar.
- Unas sesiones de mediación familiar tienen como objetivo reabrir el diálogo entre los excónyuges para crear un ambiente de colaboración.
A través de un tercero neutral, se busca que ambos miembros de la pareja asuman las decisiones que les conciernen en relación con sus vidas.
- El objetivo prioritario es ayudar en la disminución del conflicto, asesorar a los progenitores y facilitar las relaciones entre padres e hijos, actuando en base a los intereses de los menores.
Si los hijos, tras la separación, ven a un padre/madre preocupado, intentará calmarlo. Si le ve triste, intentará alegrarlo y ve desvalido, intentará protegerlo. En definitiva, obliga al niña/o a asumir funciones que no le corresponden. Se produce una inversión de roles en la que el niño se ocupa del adulto y actúa como un adulto. Se impide al niño/a crecer como tal, y es muy difícil un desarrollo psicológico sano.
Por lo que los niños/as necesitan en esos momentos padres fuertes en los que confiar y que sepan enfrentarse a las situaciones de la vida.
2 comentarios. Dejar nuevo
Muchas gracias por tu aporte. Saludos.
Gracias Carla por tu comentario.
Un saludo,