Desde ya hace unos meses el uso de las mascarillas ha sido regularizado en prácticamente todos los ámbitos donde existe la posibilidad de relacionarnos con los demás, como manera de prevenir el posible contagio del Covid-19. Nos protege frente al virus, pero también reduce mucho la relación con los demás, la expresión de las emociones, en la comunicación no verbal y nos muestra de forma permanente la pandemia en la que vivimos.
Llevar la cara medio tapada, nos afecta en la comunicación no verbal, en la interacción social y en la expresión de las emociones como la alegría, tristeza, desprecio, sorpresa, asco, enfado y miedo. En todas ellas y en la de los sentimientos, la expresión de los ojos, boca y nariz son fundamentales. Se pierde una información de lo que quiere expresar el otro por lo que debemos esforzarnos en mostrar más atención en la postura corporal, el tono de voz, las cejas, entre otros aspectos. Todo esto va a derivar en una serie de cambios en la forma de comunicarnos, en la relaciones sociales y al “obligada aceptación” de normas en estas circunstancias.
Cuáles son consecuencias del uso de la mascarilla en la comunicación no verbal?
La comunicación se compone de una parte verbal, las palabras, y otra no verbal, los gestos. El lenguaje no verbal se va aprende desde que nacemos, y en diferentes ámbitos tanto profesionales (por ejemplo el sanitario y policial), como sociales es de gran importancia saber si hay coherencia o no entre lo que se dice y lo que se gesticula para dar más credibilidad a lo que se está exponiendo.
Lo cierto, es que llevar la mascarilla está cambiando nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos con los demás. En principio genera mayor distancia social y la forma en relacionarnos con los demás es distinta. La gravedad y el cómo nos afecta dependerá de la edad, condiciones psicológicas previas.
Las mascarillas censuran nuestra expresión facial, lo que dificulta la comunicación. Nuestra sonrisa queda oculta, siendo una manera de acercarnos a las personas, e infunde confianza y credibilidad. Por otro lado la voz se transforma perdiendo tono, otra parte más que aporta información a nuestras palabras. En definitiva, llevar la cara medio tapada dificulta el distinguir las emociones de la persona a la que escuchamos y vemos.
Cómo comunicarnos mejor con mascarilla?
Por un lado está el aprender potenciar más los gestos con las manos, el lenguaje de tu cuerpo (hombros, postura del cuello), los ojos y las cejas. Usar más tu lenguaje corporal.
Por otro lado el vocalizar más e incluso la entonación, utilizar más matices a la hora de expresar aquello que queremos transmitir, y también poner nombre a los sentimientos, describir cómo nos sentimos.
Además se añade la dificultad de la distancia social de 1,5-2 metros que dificulta la comunicación interpersonal, por lo que deberíamos desarrollar más la empatía, resiliencia y escucha activa.
El uso de la mascarilla cómo nos afecta en las emociones, en la relación con los demás?
El valorar cómo os afecta a nivel emocional depende de la edad, de cómo sea cada persona y cómo vaya afrontando la situación.
En los niños es importante la estimulación, para que vayan aprendiendo a identificar las emociones en su proceso madurativo. Si tienen pocas personas que interactúa con ellas sin mascarilla, que serán sobre todo los familiares más cercanos, en el futuro puede afectar a las habilidades sociales para empatizar con otras personas.
En los adultos, afecta más a nivel emocional donde la distancia física se va aumentando provocando un alejamiento emocional con los demás, donde las emociones pierden intensidad en el encuentro con el otro.
Otro aspecto a tener en cuenta es si las emociones que sentimos con congruentes o no con la situación en la que vivimos. Es decir, teniendo en cuenta en la pandemia en la que la todos vivimos y estamos afectados.
Cómo saber expresar las emociones con mascarilla?
La alegría: cuando sonreímos, aunque la boca quede oculta también lo hacemos con los ojos si es auténtica, que provocan esas arrugas alrededor del ojo. Si es una sonrisa más social, la cara se mantiene inmutable.
La tristeza, pena y melancolía, a pesar de ser emociones más complicadas de detectar, lo que suele ocurrir es que los párpados parecen caídos hacia los extremos de los ojos y las cejas hacen un triángulo.
El enfado, enojo o contrariedad se muestra más fácil con las cejas arrugadas, los párpados están tensos, y el tono de voz está tenso
La sorpresa, emoción inesperada en una situación repentina que la mascarilla no va ocultar. Se muestra con los ojos muy abiertos y las cejas arqueadas
La emoción que puede ser complicada de ver con la mascarilla sería el asco o repugnancia por algo, ya que generalmente se expresa arrugando la boca o frunciendo la nariz. Aunque sí lo expresamos con gestos, onomatopeyas y/o palabras.
Lo mismo pasa con el desprecio, que se expresa más con los labios que se retraen hacia la mejilla, que puede ir acompañado por una mirada de reojo o desafiante
En el miedo los ojos son el centro de la expresión, con las cejas elevadas y tensas, suele estar acompañado de abrir la boca.
Daniel Goleman, psicólogo mundialmente conocido por su teoría sobre Inteligencia Emocional, dice que: “Las emociones cambian todo el tiempo, y hay que poner atención a las que son perturbadoras como la rabia. La autogestión, empatía y autoconciencia permiten establecer buenos vínculos, ya que las emociones son contagiosas con las personas allegadas, puede ser algo grandioso o un desastre”.
La pandemia ha hecho que la vida online sea cada vez más frecuente en nuestras vidas, y va a condicionarla en los próximos años. Uno no puede tocar o tener un contacto visual más general por internet y además con las medidas tomadas con la pandemia se va a necesitar más esfuerzo para conectar con el otro. Para Goleman, la inteligencia emocional es indispensable para llevar una buena vida, a medida que pasemos más tiempo solos, creará un déficit en las capacidades humanas como la empatía, así que la inteligencia emocional será más importante.
2 comentarios. Dejar nuevo
Super interesante el articulo!!!
Gracias Pilar por tu comentario.
Un saludo,