¿Se sientes que el amor en tu matrimonio está desapareciendo? , ¿Está llegando a una monotonía, rutina?, ¿se ha quedado sin la chispa que hubo al principio de la relación?
¿Tienes la sensación que todo el día se está discutiendo?, o que ¿con cualquier cosa se crea una discusión con tu pareja?
La Terapia de Pareja es cada vez más popular entre los matrimonios, parejas que conviven, tanto heterosexuales, como homosexuales.
La pareja se quiere, ¿se quieren?, y quieren recomponer la relación, ¿de verdad se quieren?…..a pesar de las peleas, broncas, discusiones, reproches y distanciamientos, detrás de todo eso todavía está la esperanza del amor y sí, si quieren recomponer la relación.
Cuando se pregunta a las parejas, en general, si harían una terapia para mejorar su matrimonio, alrededor del 60% dicen que sí.
Cuando existen muchas dudas y la marcha se siente cada vez más pesada, y la angustia supone la posibilidad de una separación, ¿no sería una prueba irrefutable de que no todo se perdió?
En ese momento son muchas las parejas que deciden acudir a una terapia de pareja como intento de fortalecer la relación.
Porque aunque ninguno quiera terminar la relación, las crisis de pareja suelen ser difíciles de aceptar, soportar y superar. Los pilares que en su momento se fueron construyendo y sirvieron de base, parece que se han debilitado y al mínimo gesto puede cobrar la fuerza de un huracán capaz de amenazar lo construido durante años.
Después de años de convivencia, normalmente la pareja organiza su vida diaria en función de la presencia del otro. Aunque el reparto de tareas y de responsabilidades funcione sin contratiempos la relación puede desgastarse, ya que le cuidado de la relación, el cariño y el amor hacia el otro se deja de lado, desdibuja.
Los motivos más frecuentes de consulta
Se relacionan con la sexualidad, el dinero, por conflictos con las familia de cada uno y desacuerdo en la educación de los hijos. También es frecuente que surjan crisis en la etapa del “nido vacío”, cuando los hijos se va de casa y muchas mujeres se sienten tristes, desmotivadas. Le exigen más al marido y se desatan los conflictos.
Otro periodo complicado para la relación es cuando nacen los hijos. Con la paternidad la sexualidad en la pareja puede verse afectada y eso repercute en la convivencia. Hay más intolerancia porque hay cosas que ya “no se resuelven en la cama”. Aumentan los reproches y las peleas, y disminuyen las risas. Este es un buen momento para acudir a una terapia de pareja, de forma que aquello que empieza a separar a la pareja no se cronifique con el paso del tiempo y termine con la relación en una separación y/o divorcio.
Crisis de pareja
Las crisis en la relación de pareja no son nuevas. En toda la historia de la humanidad van cambiando aspectos en las relaciones, y tienen sus particularidades dependiendo de la época que atraviesa.
En esta época se escuchan muchos problemas relacionados con Internet y las redes sociales ya que crean confusiones en partir de su uso, especialmente en los celos e inseguridades. Y además se añade la falta de comunicación en la relación por la falta de tiempo y dedicación compartida en la pareja.
Todo esto hace que el vínculo en la pareja se modifique. Con menos momentos compartido, también es más difícil llegar a un acuerdo, y por lo tanto más complicada se hace una negociación.
El desarrollo profesional y la necesidad de la mujer a trabajar, más vida social genera un nueva reorganización y estructuración de las relaciones.
El problema aparece cuando cada uno tiene necesidades de desarrollo personal aparte de la vida familiar y en esa búsqueda individual no se encuentran porque pretenden cosas distintas. Entonces se presenta el dilema de cuánto tiempo me dedico a mí, cuanto a la pareja, cuánto a la familia, etc
¿Cuando acudir a una terapia de pareja?
En muchos casos, la pareja se plantea acudir como una última solución u opción antes de una separación. Es como una última oportunidad., antes de haber agotado todos los recursos.
Lo que está claro, es que no hay un momento ideal para acudir, pero es importante que se haga antes de que “todo estalle”.
Cada pareja es distinta, ya que son dos personas que vienen de mundos diferentes y construyen un vínculo. En todos los casos es importante y se recomienda cierta flexibilidad y claridad, para evitar que la pareja que atrapada en un engaño.
La duración de la terapia es variable, y depende no sólo de la particularidad de cada pareja sino también del psicólogo de pareja que les atienda. Algunos aconsejan sesiones compartidas, otros también intercalan sesiones individuales.
También es muy útil para las parejas un cierto chequeo, cada cierto tiempo, cuando vemos que van surgiendo pequeñas dificultades o problemas que se van asentando en la relación sin poderles dar una solución satisfactoria para ambos. Lo hacemos por nuestros coches, ¿no? ¿Por qué no para nuestras relaciones de pareja y asegurarnos que continúan siendo óptimas y satisfactorias para ambos?
2 comentarios. Dejar nuevo
Creo que este tipo de terapia puede resultar muy beneficiosa, tanto a nivel de pareja como a nivel individual. Es hora de romper tabúes y darla a conocer. ¡Enhorabuena por el artículo!
Hola, Redpsi
Así es, las personas que acuden a terapia para la gran mayoría les resulta beneficioso.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo,